COMIC SORPRESA INCLUSO PARA MI:

Aquella mañana que con las 5 páginas del cuento de Chejov bajo el brazo, me acerqué a S.I. sita (a la sazón) en Diagonal esquina Paseo de Sant Juan, todo se precipitó.
Luego supe porqué. Los dibujantes barceloneses acababan de aterrizar con buen pié en Warren de la mano de Toutain, y el listón alto o la máxima calidad que en otro momento hubieran sido imprescindibles, no lo fueron tanto, asi  que el fichaje de un principiante (que apuntaba maneras, ejem ) fué super rápido.

La sorpresa del cómic a la cual aludo es la siguiente:
Mi obra Warren de los 70/80 la tengo casi toda en la cabeza (toco madera) ya que sin originales que echarme a la vista, los lamentables ejemplares (de papel y tiraje que se deteriora prodigiosamente), de Creepy, Eerie o Vampirella, me refrescan la memoria de vez en cuando.
Esta historieta "El regreso de August" creo que sólo se publicó en nuestro pais, supongo que en "Vampus", ya que el texto español está escrito en los originales.
Así fué que al descubrirlo, me he enfrentado con él como con un comic ajeno, ya que el argumento me era casi desconocido; y eso ha sido una experiencia agridulce:
Pude ser normal que algo dibujado, pero olvidado en un cajón durante 40 años, se borre, en parte, de la memoria.
Aunque tambien puede indicar que los sindromes neurodegenerativos progresan adecuadamente.

Lo primero que hizo Toutain, despues de recibirme, fue entregarme unos ejemplares de Creepy, supongo que con la secreta esperanza de que "acongojado" no volviera por allí.
Yo, sentado bajo un mural con una foto quemada (esas cosas estaban de moda) de la base de la torre Eiffel, las ojeé y hojeé ( de ojos y de hojas) y al punto estuve de caerme del silloncito, acaba de descubrir las viñetas a lápiz de Luis García.
Yo, ya sabeis, conocía las manchas, trazos y aguadas de mis referentes italianos pero aquello era otra cosa, nunca pensé que podía trabajarse así un cómic, y es que a mi, desde los dibujos bizarres de finales de los 60, me gustaba más el lápiz que a un tonto un idem.
Tras 40 años, revisitando esas 8 páginas de "El regreso de August" que ahora expongo a vuestra atención,  no siento ninguna vergüenza, sabeis de mi proverbial falta de sentido crítico al autojuzgarme, reconozco, eso sí el arsenal de técnicas, procedimientos, materiales que identifican a todo principiante.
Tambien observo mi terror a encerrar los dibujos en viñetas, mi interés en componer la página, y mi poca capacidad de narrar una historia.
Reconozco que un año más tarde con "Berenice" o "Oil of dog" mi capacidad narrativa y mi técnica en general, habían mejorado.

Otra curiosidad,  en la primera página aparece una maravillosa lámpara Tiffany, que junto a la decoración modernista en general,  me impacto en aquellos años, tanto asi, que yo (en compañía de otros) lucíamos sobre el tresillo posters de "Mucha", hasta que la mayoría (no asi yo) lo substituyeran por el socorrido Guernica.
Pues bien, esta lámpara la descubrí en un libro de la coleccion "Las grandes épocas de la civilización" de Times-Life del 1970, colección que me ayudó muchísimo hasta el andvenimiento del socorrido Google,

tambien en la misma foto en el fondo, aparecen cuadros de Mucha.
Casi 40 años más tarde, hemos podido hacernos con una réplica moderna de la lámpara de las libélulas, la que aquí aparece sobre los chicos del grupo "Animic" entre ellos mi hija (la rubia)
En fin, eso es todo, seguiré revolviendo hasta que digais basta.
Lo mejor de ese cómic, es que los originales (de los poquísimos de terror,) los conservo yo, en lugar de cualquier otro más avispado.