Cuando a principios de los 60, empecé en este negociado de la ilustración, rama publicidad, el color era una cosa rara, lo normal era el blanco y negro para anuncios prensa, con pincel o plumilla guillot, que los rotuladores, rotrings y otros artilugios no estaban inventados.
Si caía una ilustracioón a color para revista, ahí estaban los botes o tubos de gouache o témpera.
Era un material incómodo de usar, mientras lucía húmedo sobre el papel, funcionaba, luego al secarse se hundía , se volvía opaco, bajo de tono, y si en la mezcla habías usado blanco, se notaba un montón.
Sus mejores cualidades eran que podías conseguir superficies de color plano y que con cierta habilidad, podias abrir luces sobre tonos más oscuros, ya que los colores por su cierta opacidad, cubrían " de aquella manera" al contrario de la acuarela, que es del todo transparente.
Cuando a mediados de los 60, empecé a ilustrar cromos de cualquier pelaje, seguía con esta técnica, y para originales pequeños y con detalles bien definidos, era muy útil.
A mediados de los 70 y gracias a Vicente Segrelles, descubrí las ventajas de la acuarelas líquida.
Y asi hasta ahora mismo.
Pero el gouache/témpera ha vuelto.
Los colores planos, que la ilustración digital ha puesto de moda, sólo los consigues con gouache y su opacidad permite un escaneo máss potente.
La acuarela, (ya ocurría con los grabados en máquina ofset) traslucen el blanco del papel, dada su proverbial transparencia y el resultado al escanearse, casi siempre debe reforzarse con un "contraste digital".
Y aquí estan de nuevo, tras tantas décadas viviendo de las manualidades escolares.
Jordi Labanda, ya comentó hace años que confiaba en este material.
Y los diseñadores "vintage".
No lo negaré, siguen sus incomodidades, los tubos, si no los tapas al momento, se seca el colorín y el tapón de rosca ya no cierra... y el secado general está al caer.
Hace años, la marca francesa "Academie" funcionaba con frascos de tapón de goma/plástico, eran bastante cómodos.
Los actuales "Talens" lo llevan de rosca y no puedes descuidarte.
Y es que con el gouache/tempera, no puedes andar con baratijas, los de poco precio no cubren nada, no son para nada brillantes, y todos sus inconvenientes se acrecientan.
Aqui os muestro unas páginas de cromos de página entera que no llegaron a editarse, (por eso conservo los originales) y unas ilustraciones de un libro de Bruguera "Oliver Twist", todo de mediados de los 70.
En ellas, sus ventajas: Precisión de detalle, posibilidad de luces claras sobre color oscuro, pueden observarse.
9/3/13
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La opacidad del gouache a veces es tan molesta. Al pintar con colores oscuros por encima del dibujo a lápiz, pierdes la visión de la línea. Para evitarlo, tienes que reseguir el espacio en blanco. Y esto es un trabajo arduo y pesado. Esto no pasa con la acuarela, pintas por encima, y continúas viendo la línea. En este sentido, la acuarela es mucho más agradecida.
ResponderEliminarAdmiro tu precisión por lo detalles minuciosos, y la mezcla y gradación de los tonos.
Un saludo, Isidre.
Me encantan tus dibujos convecino de Esparreguera.
EliminarTu portafolios "La torre de marfil" es magnífico.
Permíteme una opinión:
Me parece una conjunción perfecta de:
Un trazo actual y postmoderno, aunque no pasado de rosca, (cosa demasiado habitual, muchos dibujantes del campo infantil y juvenil son casi intercambiables)
Una puesta en escena en secuencia, dentro de una misma composición, extraordinariamente resuelta.
Y lo que más me gusta, un guiño a la historia del arte,
referencias a los retablos góticos, a las miniaturas turcas y otomanas y tantas cosas.
En fin, muéstralo por el mundo, hay sociedades que valoran más que otras estas cosas.
Puedo escribirte en algun correo?
Isidre, muchas gracias. : )
EliminarSerá un auténtico honor recibir un correo tuyo.