19/10/14

DE LA TRISTEZA EN LA PINTURA

Hace un par de siglos, cuando no habían psicólogos ni psiquiatras,  dificilmente eramos candidatos a uno o más de los tropecientos trastornos catalogados. Eso era bueno, pero tambien era malo, porque si padecias uno fetén, al manicomio que te ibas.
Hace un par de siglos, pues, existía la Melancolía.
Todo el siglo XIX estuvo trufado de melancólicos/as, que eran los "depres" "Avant la lettre", y eso resultaba guay.
Digo "depres", para entendernos, que ese término coloquial teníamos en la boca allá por los 70/80 del pasado siglo para autodiagnosticarnos cualquier bajón, fuese ciclotímico... o no.
Los melancólicos en el 19 eran legión y nos nos referimos a las clases populares, que motivos tenían de sobra, bandeados de los medios rurales misérrimos hacia los arrabales de ciudades insalubres, "gracias" a Revoluciones Industriales varias.
Nos referimos a los melancólicos de posibles, que eran los protagonistas de las novelas al uso, incluso las escribian.
El Romanticismo aquel hizo mucho daño, y los escritores y pintores (que marcaron tendencia) fueron los responsables.
Antes que el cine y la fotografía (tendenciosos tambien por supuesto) pusieran su nota de realidad, el discurrir de la sociedad, estaba en manos de los "Artistas",gremios que, estareis conmigo, gozaban (y gozan) de un equilibrio y una ecuanimidad perfectamente descriptibles.
Desde Friedrich a los Modernistas, planea sobre Occidente una suerte de tristeza y melancolía real o impostada, que incluso hoy (y mira que la cosa está malita) sorprende.
Cuesta creer que la bienestante burguesía catalana, en aquellos pisos "Principal" de la "Dreta del Eixample", lucieran sobre el tresillo isabelino o el piano, un Urgell, pintor que a mi me entusiasma, pero que su producción se limitó a cementerios y playas desiertas, siempre al atardecer.
Friedrich en Alemania inauguró la tendencia con sus ruinas góticas y personajes de espaldas (ataviados a la antigua usanza) minúsculos ante el paso inexorable del tiempo y el espectáculo de la Naturaleza.
Los Prerafaelistas en Inglaterra, tomaron el relevo, mirando hacia atras sin ira a los pintores góticos y primitivos renacentistas, sin olvidar lo aprendido hasta entonces, poblando lienzos de lánguidos caballeros medievales imposibles y de bellas jóvenes victorianas de guardarropía, llenas de glamour. (eso si, sin hacerle ascos a los daguerretipos, que ayudaban lo suyo)
El siglo 19 es tan grande, que allí caben Naturalistas, Impresionistas, Historicistas y tendencias varias.
Pero lo cierto es que el hálito que desprenden las escuelas transversales y solapadas de Románticos, Nazarenos, Prerafaelistas, Simbolistas, Nabís, Modernistas, bien podrían completar los catálogos de la iconografía de todos los tanatorios por los siglos de los siglos.

Son tristes, pero a mi me gustan.
Tal como convenimos con José Mª Beá hace 45 años y con el cual coincidimos el otro día en el Festival de Cine de Sitges despues de 20.
"Si el arte no da un poco de miedo, nos interesa más bien poco."

Dos melancólicos cuadros de Friedrich.
El "Chivo expiatorio " del Prerafaelita Holmant Hunt.
El medievalista Edward Burne Jones.
Uno de tantos bellísimos cementerios de Urgell.
Un potente lienzo del catalán Vayreda, magnificamente representando el masivo éxodo del 19, del campo a la ciudad.
La "Isla de los muertos" de Arnold Böckln, del tema hay varias versiones, una de ellas, se dice, decoraba el despacho de Hitler.
Una maravilla pre-expresionista de Edvard Munch.
De lo mejor del mejor Picasso. (es mi opinión)
El triste y evocador Puvis de Chavanne.
Un melancólico lienzo del más ecléctico y grandioso Casas.
Y ya en nuestro siglo, el nostálgico Tom Hoper.




,

No hay comentarios:

Publicar un comentario