4/1/14

ARQUITECTURA POPULAR 6

Siempre que pienso en eso que hemos dado en llamar "Arquitectura popular" me asalta una duda,(cuando menos)
Así que salimos de la ciudad y nos acercamos a lo rural, tenemos tendencia a convertirnos en lo que en Cataluña llamamos "Camacus", o sea "Quebonitos", eso, con ironía nos lo llaman a los "de ciudad", por nuestra propensión a detenernos (a poder ser móbil o camarita en ristre) ante cualquier vaca, arbol de cierto porte o  elemento arquitectónico, a poder ser desvencijado, y exclamar CAMACU!!!!! (Que macu!)
Dado esto por descontado, la pregunta a plantear sería: ¿Por que nos gusta, emociona, atrae, casi cualquier  construcción que aparezca junto a una carretera comarcal o en mitad del campo?
Espero alguna respuesta que me ayude a su comprensión.
Algunas posibles respuestas que se me icurren:

1Cuando  la Revolución Industrial, a mediados del 19, hubo en Europa el mayor éxodo del campo a la ciudad, la vida en las urbes, con las fábricas dentro del mismo núcleo, era dificil y gris, entonces aparece  (oh! casualidad) el paisajismo inglés, la pintura al aire libre, las escuelas de Barbizon, de Olot o del Hudson, quizas por la nostalgia de la Arcadia perdida, idealizada con ojos urbanitas, ya que de Arcadia tenía poco.
Estre fenómeno se repite ciclicamente, lo pusieron de moda los Hippyes en los 60, los "neorurales" con las crisis del petróleo en los 70, y naturalmente ahora mismo.

2 El abigarramiento, desorden y el deterioro evidente de cualquiera de estos elementos, tiene una belleza objetiva que contrasta con el diseño seriado, impersonal de nuestro entorno urbanita.

3 Es un fenómeno cultura y subjetivo, conformado por modas como el del "Arte povera", el compañero Tapies, que nos hizo amar el desconchado y la mancha de humedad, incluso la  onda Postmoderna.

4 Somos unos papanatas, todo es "parque temático" ahí no hay quien viva, y se conserva medio de pié, para que le saquemos la foto o porque no hay un duro para cambiar la puerta y la ventana por unas de vinilo, que cierran como Dios manda.

Sea por cualquier motivo, lo rural me puede.
Como siempre algunos ejemplos.
Mi hijo Marc (podeis buscar en google, Marc Monés) ilustrador y diseñador de pro, que ya apuntaba maneras a los 13 años, dibujó "in situ", las masias más conocidas de Esparreguera para un folleto cultural.
Lo hizo (sin saberlo) en el más puro estilo Aurora Altisent, con perdón.  Los dibujos muestran este abigarramiento de elementos, casual, evidentemente, pero que un decorador o especialista en atrezzo, seguramente no sabría mejorar.
Un dibujo a lápiz muy currado de una puerta en Salas de Pallars, con todos sus elementos en su sitio, y donde no sobra nada.
Una muestra de escenografía rural, con foto y dibujo, la visión me obligó a denerme en un lugar del  valle del Jalón y moverme por la comarcal arriba y abajo hasta encontrar el mejor encuadre, luego en casa, tranformé la realidad (los dibujantes tenemos esas cosas) rompiendo el horizonte con la pirámide del caserío y despegando las rocas puntiagudas de la derecha de la meseta del fondo.
Un ejemplo evidente de que el abigarramiento y el desorden tiene su estética, es este rincón de la plaza vieja de Santa Coloma de Queralt, o noes casual
, y todo obedece a un orden preestablecido...?
Otro ejemplo.
Otro maravilloso rincón, esta vez a pastel de Tirvia en el Pallars.
Y de vuelta a la bella ruina!
No es esto una maravilla? ventana tapiada, de aquella manera, con ladrillos y una baldosa.
Puerta desvencijada de una cueva o bodega en mitad del campo.
Y lo mejor, ¿alguien se preocupó de embellecer con una composición tan canónica esta ruinosa ventana y su entorno??

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