PINTOR QUE PINTAS IGLESIAS

Yo no pinto iglesias, como sí hacia el pintor extranjero de la canción de Machin, aquel que pintaba bellos angeles pero olvidaba los angelitos de color (cuestión que parece imperdonable en un pintor)
Pero sí las dibujo desde siempre.
Recuerdo a los doce o trece años, un 6 de Marzo, no se el año pero si la fecha, porque estaba yo dibujando la bella crucería gótica y la fuente de Sant Jordi y las ocas del hermosísimo claustro de la Catedral de Barcelona, cuando una larga cola de gente me picó la curiosidad, me uní a ella y resultó ser para visitar el cuerpo incorrupto de Sant Oleguer (San Olegario)

y esa circunstancia segun acabo de leer en google, sólo se produce tal día del año.
Desde entonces, muchas mañanas de domingo me acercaba en tranvía o metro a dibujar bonitas iglesitas de los antiguos pueblos vecinos, más tarde añadidos a la gran ciudad.
O las del barrio antiguo.
No es en absoluto  necesario ser un piadoso creyente para admirar monasterios, catedrales, ermitas y demás. Durante más de 1000 años, todos los artistas vivieron de encargos de los reyes y de la Iglesia, desde Miguel Angel hasta el constructor lombardo de la más recóndita iglesia románica del Pirineo o de Palencia.
Poco más de 300 años, vivieron de la burguesía y 100 o poco más del pueblo en general ( y de aquella manera)
Andando por esos "benditos" caminos y "benditas" calles, siempre hay un campanario románico, mudéjar, gótico, renacentista (pocos) barroco o neoclásico (esos no me atraen  casi nada) que consiga detenerme, y me obliga a entrar invariablemente en el silencioso y medio oscuro recinto, siempre (y no ocurre muchas veces) que la gruesa puerta esté abierta.
Aquí unas muestras, la primera una minuscula iglesia románica de la Cerdanya a pluma. Tres dibujos a pastel del maravillo Monasterio de San Cugat del Valles, un pináculo de la Sagrada Familia barcelonesa en acuarela y rotulador, la Catedral de Siguenza en acrílico sobre tela, la iglesia románica  de Santa Maria del Puig en Esparreguera, a diez minutos de mi casa, con rotulador de punta fina.

 Me gusta saber que está ahí .
El último, un dibujo con rotulador y acuarela de la Catedral del Burgo de Osma.