25/11/10





Yo a una isla desierta me llevaría lápiz y papel.
Desde la línea limpia, al clarocuro más intenso, cruzando líneas como en un grabado clásico, presionando más o menos el trazo sobre el papel... nada hay tan directo, nada tan sutil, ¿por qué no se valora más (y no hablo sólo de valor económico) un dibujo a lápiz?
Dibujos a lápiz, portaminas de 0'5, 2H, HB y 2B de paisajes del Valle del Jalon, rústico transbordador sobre el río y plaza mayor de Paracuellos de la Ribera.
La tinta tampoco es manca, aunque para mi gusto menos manejable; la plumilla "guillot" de toda la vida, es dúctil y responde a la presión de la mano perfectamente.
El "Rotring" me hizo sufrir largos años, pero solo por mi culpa, nunca he sido cuidadoso con los materiales y éste es un instrumento delicado.
Los rotuladores de punta fina, son una buena solución, yo uso "Estaedler" calibrados y "Faber Castell" "S" que es el más fino, aunque no mucho. La tinta del Faber corre mejor sobre el papel, y tarda un poco más a secarse, si, como yo, me olvido de taparlo.
Un buen truco, es conservar varios con la punta medio gastada, consigues trazos más finos, rotos y de negro menos intenso, ideal para los planos lejanos.
Vista del Jalón y campanario mudejar de San Pedro de Sabiñán.

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